Siempre que enseñes, enseña …
Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñes.
Citas de José Ortega y Gasset
El que no pueda …
/en José Ortega y Gasset/por Manuel CilleroEl que no pueda lo que quiera, que quiera lo que pueda.
Sólo cabe progresar cuando …
/en José Ortega y Gasset/por Manuel CilleroSólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos.
Quien en nombre de …
/en José Ortega y Gasset/por Manuel CilleroQuien en nombre de la libertad renuncia a ser el que tiene que ser, ya se ha matado en vida: es un suicida en pie. Su existencia consistirá en una perpetua fuga de la única realidad que podía ser.
La vida humana eterna …
/en José Ortega y Gasset/por Manuel CilleroLa vida humana eterna sería insoportable. Cobra valor precisamente porque su brevedad la aprieta, densifica y hace compacta.
La técnica es el …
/en José Ortega y Gasset/por Manuel CilleroLa técnica es el esfuerzo para ahorrar esfuerzo.
El que no pueda …
/en José Ortega y Gasset/por Manuel CilleroEl que no pueda lo que quiera, que quiera lo que pueda.
Toda palabra dice algo …
/en José Ortega y Gasset/por Manuel CilleroToda palabra dice algo más de lo que debiera y también menos de lo que debiera expresar.
El pensamiento es la …
/en José Ortega y Gasset/por Manuel CilleroEl pensamiento es la única cosa del Universo de la que no se puede negar su existencia: negar es pensar.
Evitemos suplantar con nuestro …
/en José Ortega y Gasset/por Manuel CilleroEvitemos suplantar con nuestro mundo el de los demás.
La vida cobra sentido …
/en José Ortega y Gasset/por Manuel CilleroLa vida cobra sentido cuando se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada.
Otras citas al azar
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Si puedes soñarlo, puedes hacerlo.
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Los hombres más eruditos no son precisamente los más sabios.
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¡No te rías de la tontería de los demás!. Puede representar una oportunidad para ti.
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La ignorancia es la madre de la maldad y de todos los demás vicios.
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Cada nuevo amigo que ganamos en la carrera de la vida nos perfecciona y enriquece más aún por lo que de nosotros mismos nos descubre, que por lo que de él mismo nos da.
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Somos criaturas tan tornadizas, que acabamos por experimentar los sentimientos que fingimos.
