Un libro clásico es el que nunca deja de decir lo que tiene que decir.
No tengo suficiente fe en la naturaleza humana como para ser anarquista.
No hay cosas sin interés. Tan sólo personas incapaces de interesarse.
La felicidad del cuerpo se funda en la salud; la del entendimiento, en el saber.
Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz.
