Los cautos rara vez …
Los cautos rara vez se equivocan.
Citas de Confucio
Lo que quiere el …
/en Confucio/por Manuel CilleroLo que quiere el sabio, lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca en los demás.
Los vicios vienen como …
/en Confucio/por Manuel CilleroLos vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.
Es mejor encender una …
/en Confucio/por Manuel CilleroEs mejor encender una vela que maldecir la oscuridad.
Es más fácil superar …
/en Confucio/por Manuel CilleroEs más fácil superar las malas costumbres hoy que mañana.
Solo podrá ser feliz …
/en Confucio/por Manuel CilleroSolo podrá ser feliz siempre el que sabe ser feliz con todo.
Cometer un error y …
/en Confucio/por Manuel CilleroCometer un error y no corregirlo, es cometer otro error.
El leer sin pensar …
/en Confucio/por Manuel CilleroEl leer sin pensar nos hace una mente desordenada. El pensar sin leer nos hace desequilibrados.
Los cautos rara vez …
/en Confucio/por Manuel CilleroLos cautos rara vez se equivocan.
Cada cosa tiene su …
/en Confucio/por Manuel CilleroCada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
Quien pretenda una felicidad …
/en Confucio/por Manuel CilleroQuien pretenda una felicidad y sabiduría constantes, deberá acomodarse a frecuentes cambios.
Exígete mucho a ti …
/en Confucio/por Manuel CilleroExígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos.
Aprende a vivir y …
/en Confucio/por Manuel CilleroAprende a vivir y sabrás morir bien.
Saber que se sabe …
/en Confucio/por Manuel CilleroSaber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
Otras citas al azar
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Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñes.
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Cuando se trabaja no se tiene tiempo de ganar dinero.
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Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.
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Los tontos, si callan, lo parecen menos.
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La mucha luz es como la mucha sombra: no deja ver.
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Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir.
