Desgraciadamente, la calma no …

Desgraciadamente, la calma no es la ley del océano ni la de la vida.

Otras citas al azar
  • Es mejor saber algunas de las preguntas que todas las respuestas.

  • Entonces, como no estudiaba nada, aprendía mucho.

  • Quizá la obra educativa que más urge en el mundo sea la de convencer a los pueblos de que su mayores enemigos son los hombres que les prometen imposibles.
  • No puedes enseñárselo todo: sólo puedes ayudarle a encontrarlo por sí mismo.

  • La principal enfermedad del hombre es la curiosidad inquieta de lo que no puede conocer.

  • Llega un momento en los asuntos de los hombres en que hay que coger el toro por los cuernos y enfrentarse a la situación.