Desgraciadamente, la calma no …

Desgraciadamente, la calma no es la ley del océano ni la de la vida.

Otras citas
  • El orgullo de quienes no pueden edificar consiste en destruir.
  • El auténtico problema no es si las máquinas piensan, sino si los hombres lo hacen.

  • El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda, sin disminuir la felicidad de los demás.

  • La habilidad y la constancia son las armas de la debilidad.

  • No hables, en manera alguna, hasta que tengas algo que decir.