Si sigues pensando en qué quieres hacer o qué quieres que pase, ni lo harás, ni pasará.
Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra.
Nunca prediques porque tienes que decir algo, sino porque tienes algo que decir.
No niego los derechos de la democracia; pero no me hago ilusiones respecto al uso que se hará de esos derechos mientras escasee la sabiduría y abunde el orgullo.
Hemos modificado tan radicalmente nuestro entorno que ahora debemos modificarnos a nosotros mismos para poder existir dentro de él.
El tiempo no es oro, el oro no vale nada. El tiempo es vida.