La razón humana es tan débil para edificar como formidable ariete para destruir.
Un corazón es una riqueza que no se vende ni se compra, pero que se regala.
La fantasía, aislada de la razón, sólo produce monstruos imposibles. Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos.
Tal vez sea la propia simplicidad del asunto lo que nos conduce al error.
Decir que un hombre es un idealista es decir que es un hombre.
