Muchos hombres comenten el error de sustituir el conocimiento por la afirmación de que es verdad lo que ellos desean.
¿Qué soledad es más solitaria que la desconfianza?
Pide prudente consejo a los dos tiempos: al antiguo, sobre lo que es mejor; al moderno, sobre lo que es más oportuno.
Las voluntades débiles se traducen en discursos; las fuertes, en actos.
Todos caminamos hacia el anonimato, solo que los mediocres llegan un poco antes.
