Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
Ser consciente de la propia ignorancia es un gran paso hacia el saber.
Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
Todo lo que nosotros vemos o vimos no es sino un sueño dentro de un sueño.
Digamos que existen dos tipos de mentes poéticas: una apta para inventar fábulas y otra dispuesta a creerlas.
