Mil cosas avanzan. Novecientas noventa y nueve retroceden. Esto es el progreso.
Es hermoso escribir porque reúne las dos alegrías: hablar uno solo y hablarle a la multitud.
Procura hacerte digno de todos los favores, pero no aceptes ninguno.
En el punto donde se detiene la ciencia, empieza la imaginación.
Ni el hombre más bravo puede luchar más allá de lo que le permiten sus fuerzas.
