La cobardía es la madre de la crueldad.
Uno de los grandes errores que comete la gente es tratar de forzar su interés. Tú no eliges tus pasiones; tus pasiones te eligen a ti.
Sólo es capaz de realizar los sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto.
Cuando las personas tienen libertad para hacer lo que quieren, por lo general comienzan a imitarse mutuamente.
Los que pueden actúan, y los que no pueden, y sufren por ello, escriben.
