El poseer no existe, existe solamente el ser: ese ser que aspira hasta el último aliento, hasta la asfixia.
Casi nunca es demasiado tarde para llegar a ser lo que podríamos haber sido.
¿Qué le importa la condena eterna a quien ha encontrado por un segundo lo infinito del goce?
Ojalá la vida no fuera tan corta. Los idiomas y todas las cosas que quieres conocer requieren mucho tiempo.
El sacrificio es una virtud que siempre nos parece admirable... en los demás.
