Pensar contra la corriente de su tiempo es heróico; decirlo, una locura.
La reflexión calmada y tranquila desenreda todos los nudos.
Los pensamientos son las sombras de nuestros sentimientos.
No hay nada más raro en el mundo que una persona a la que siempre podamos tolerar.
A veces creo que hay vida en otros planetas, y a veces creo que no. En cualquiera de los dos casos la conclusión es asombrosa.
