La nostalgia pudo conmigo, ¡puñeteros teleñecos!
Escribir a estas alturas lo que voy a contar seguramente afectará a mi reputación digital, pero me da igual; resulta que hace un par de sábados mis niños me llevaron a ver The Muppets, bueno, los llevé yo, pero es que al final fui yo el que se sintió agradecido por el improvisado plan sabático, incluso confieso que hubo momentos de la proyección en los que me brillaron los ojos por una suerte de lágrima reprimida fruto de esa emoción que nace del recuerdo de haberse educado con estos personajes de felpa. Leer más