Desgraciadamente, la calma no …

Desgraciadamente, la calma no es la ley del océano ni la de la vida.

Otras citas al azar
  • Como no sabían que era imposible, lo hicieron.

  • Un hombre con un reloj sabe la hora que es; uno con dos no está tan seguro.

  • La libre comunicación de los pensamientos y las opiniones es uno de los derechos más preciados por el hombre.

  • Las preocupaciones son elixir de vida y también panacea contra el aburrimiento.
  • El que lo piensa todo primero, no escribe nada después.

  • La ausencia extingue las pequeñas pasiones y hace crecer las grandes, igual que el viento apaga una vela y aviva un fuego.