Una vez que salgas de la escuela, sólo lo que hagas por ti mismo dará calidad a tu vida.
Para escribir un buen libro no considero imprescindible haber leído el Quijote. Cervantes, cuando escribió el Quijote, aún no lo había leído.
Muchos hay que no conocen su debilidad, pero otros tantos hay que no conocen su fuerza.
Mil cosas avanzan. Novecientas noventa y nueve retroceden. Esto es el progreso.
El verdadero discípulo es el que supera al maestro.
