Todavía estudiaba informática cuando llegó este texto a mí. Hablo de hace un montón de años, ¡joder, décadas ya! Y siempre me he visto reflejado en sus sarcasmos y parábolas humorísticas de mística oriental. Así es como vivo la programación de computadoras.
También consigue hacerme reír, carcajadas a veces.
Si no fuera por la risa no habría Tao.
Escrito en 1987 por el autor y periodista Geoffrey James —aquí el texto original– está disponible en otros sitios, pero no he podido evitar tenerlo aquí.
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